Muchos de nosotros hemos leído libros cursis de diversos autores (son demasiadas ese tipo de obras), y eso es nuestra culpa, por que desafortunadamente las nuevas generaciones nos estamos casando con un solo genero de libros. Afortunadamente, he tenido la suerte de que en algunos libros rescatables que han llegado a mis manos, hacen referencia a libros clásicos, con historias que verdaderamente valen la pena, de manera especifica me refiero al libro de Beastly de Alex Flinn, en el cual en un punto donde la pareja protagonista se separa se hace referencia a una circunstancia similar en el clásico de Jane Eyre, de una de las hermanas Bronte.
La protagonista de la historia, es un huérfana que fue dejada al cuidado de su tía, la cual la desprecia debido a que esta no poseía ninguna herencia, por la pobreza de sus padres, y eso es el principal pretexto para que la menor sufra de abusos y maltratos, pero es ahí donde la pluma de Bronte nos atrapa, ya que este personaje posee una convicción y un carácter envidiables, aunque en ese punto de la historia Jane Eyre sea solo una niña, eso no significa que solo sea una mera víctima de las circunstancias, esta infanta pelea y se defiende de aquello que la agrede, guarda rencores y tristezas, se vea obligada a madurar en un mundo que es poco y casi nada condescendiente con ella. Por ello para algunos podría llegar a ser un poco depresiva la descripción de la infancia de la protagonista, pero tiene mucho que ver que la autora vivió circunstancias similares.
Retomando el hilo de la historia, la pequeña Jane es enviada a un colegio para niñas, donde la disciplina es aplicada a base de golpes y de una alimentación deficiente impartida por un clérigo tacaño que no aplica las bondades enseñadas por las deidades, esto hace que las desventuras de Jane se incrementen, pero de igual manera en este camino conoce a personas que marcaran su vida de manera positiva para siempre, comprenderá el amor y la perdida de aquellos que hacen que la vida sea más bella, pero eso será a beneficio de la protagonista.
En fin, Jane crece y desea ampliar sus horizontes, por eso decide dejar su colegio y aventurarse a conseguir un empleo por sus propios medios, es eso lo que la lleva Thonrfield, mansión que utiliza Sir Edward Rochester Fairfax como una breve parada para sus viajes, ya que el lugar posee secretos desagradables…
Jane se convierte en la institutriz de la protegida de Sir Rochester, al cual considera un hombre voluble, poco atractivo y carente de buenos modales, pero que a la vez es un hombre sencillo, honesto, es justo con sus empleados y amigos, aunque arrastre sus demonios personales con él.
A través de las paginas uno va develando como nace una relación entre un hombre acostumbrado a imponer su voluntad y a una mujer acostumbrada a luchar, hoy en día nos suena trillada la historia de la empleada que se casa con su jefe, ya que lo hemos visto en innumerables ocasiones tanto en cine como en televisión, pero en el caso de Jane Eyre, la historia se encuentra exenta de detalles cursis y de personajes llanos, todo lo contrario es una historia un tanto cruda en algunas partes que con sus momentos de romance verdadero encanta a los lectores aunado con que los personajes tienen personalidades definidas que enriquecen su relato, todos en Jane Eyre tienen una razón de ser, no hay personajes de relleno.
El final de la obra tiene que ver con un clérigo aferrado a sus ideales, una separación, una reconciliación y un entendimiento de que cuando las personas están determinadas a estar con aquellos a que aman, realmente no hay nada que puedan separarlos.
Mariana Colín
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