sábado, 14 de enero de 2012

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A mis escasos 21 años, por fin he aprendido una cosa...
Que realmente no importa lo que digan de nosotros.
Nos afectara por un momento, nos harán sentirnos mal, incluso podremos derramar lágrimas por la pena y la humillación que podamos sentir por sus palabras, pero al final del día eso no cambia quienes somos.
Así que podrán insultarnos, "intentar" denigrarnos, podrán algunos ponernos trabas en el camino, pero eso no les funcionara. Por que aquellos que luchan por su destino, difícilmente son detenidos.
Por lo tanto si los llaman locos, raros, extraños, siéntanse alagados, por que no están haciendo lo que las demás esperan o harían, están haciendo lo que a ustedes les nace, lo que les hace sonríen aun cuando sea una situación difícilestán haciendo aquello que hace que su corazón y su alma se retuerza de la felicidad..., así que, si es que así lo desean, por favor sean "raros".
Mariana Colín

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